martes, 26 de octubre de 2010

URUGUAY: 1er. Paro General al Gobierno de Mujica

por Hernan Yanes

El pasado 7 de octubre se cumplió el primer paro general de 24 horas bajo el gobierno del frenteamplista Jose Mujica.
Luego de idas y venidas la burocracia sindical que dirige la Central Obrera (PIT-CNT) afín al Frente Amplio, terminó convocando un paro “pasivo” y aislado que no responde a un verdadero plan de lucha como necesitamos los trabajadores.
En un principio el paro fue impulsado por sectores la burocracia sindical con fraseología más combativa (fundamentalmente el ala “izquierda” del Partido Comunista), mientras que el sector moderado de la burocracia (Articulación) jugó desde el primer momento un rol boicoteador al paro e impulsó su levantamiento o suspensión.
Finalmente entre negociaciones de cúpulas, y a espaldas de las bases, ambos sectores acordaron un Paro que, siendo aislado, es incapaz de enfrentar la política de Mujica, el presidente “tupamaro” que ataca los derechos de los trabajadores y mantiene las extraordinarias ganancias de los capitalistas.
No podemos esperar otra cosa de la burocracia sindical frenteamplista, que de conjunto opera como correa de transmisión de estas políticas al interior del movimiento obrero, conteniendo los reclamos, el descontento y los intentos de organización para enfrentar realmente a este gobierno. Estos últimos meses han mostrado un alza en la conflictividad laboral.
En la enseñanza los trabajadores y estudiantes luchan por un presupuesto digno, contra las negativas del gobierno que prefiere pagar la deuda externa y subsidiar a las patronales antes de garantizar el acceso a una educación de calidad para los trabajadores y el pueblo. Los funcionarios públicos muestran el rechazo a una reforma del estado que ataca las conquistas y derechos laborales con un discurso liberal que lo único que busca es mayor flexibilidad y precarización de las condiciones de trabajo, es decir mayor explotación con salarios de hambre.
Los trabajadores privados luchan por mantener sus fuentes de trabajo y mejorar sus ingresos, cuando el gobierno y las patronales intentan descargar la crisis sobre sus espaldas.
En este contexto, y a pesar de las limitaciones señaladas, el paro fue un éxito:
Con un alto acatamiento, prácticamente no funcionaron los servicios públicos, no abrieron las escuelas, liceos ni centros de estudios terciarios y universitarios; la banca trabajó parcialmente y las fábricas mostraron un importante ausentismo.
Además, se plegó la mayoría del transporte en todo el país, que funcionó de manera muy reducida y con ómnibus con pocos pasajeros.
En algunos puntos del país se registraron cortes de ruta y piquetes que muestran cómo incipientemente la clase trabajadora intenta radicalizar sus métodos de lucha, superando el quietismo que quiere imponer la burocracia.
Lamentablemente, los sectores que se reivindican de la izquierda clasista, no supieron cómo aprovechar esta oportunidad para empezar a organizar una salida independiente de cualquier variante burguesa.
Para enfrentar los planes de este gobierno frenteamplista que administra los negocios de los capitalistas, es necesario imponer un verdadero plan de lucha, democrática y masivamente discutidos en asamblea; es imprescindible organizarse impulsando el reagrupamiento clasista de los que verdaderamente queremos derrotar esta política aplaudida por el imperialismo y los organismos internacionales como el Banco Mundial, el BID y el FMI.

viernes, 15 de octubre de 2010

Declaración

PARO GENERAL:
QUE SEA EL INICIO DE UN VERDADERO PLAN DE LUCHA CONTRA EL GOBIERNO DE MUJICA Y EL FRENTE AMPLIO, RESPONSABLES DEL TRABAJO EN NEGRO, PRECARIO Y LOS BAJOS SALARIOS

Radicales” y “moderados”, o dos caras de una misma política

La situación en que se votó el Paro General al interior de la Mesa Representativa del PIT-CNT pudo causar en alguno cierta confusión ya que los dirigentes sindicales oficialistas votaron divididos, incluso vimos algunos miembros del Partido Comunista votando a favor y otros en contra. En algún momento parecía que la Central se dirimía entre “radicales” y “moderados”, entre quienes apoyaban el paro y quienes lo boicoteaban… sin embargo estas diferencias en seguida se demostraron falsas ya que las dos alas de esta dirigencia sindical frenteamplista han mantenido en lo esencial las mismas prácticas políticas y posturas ideológicas. Veamos: todos se aprontaron a dejar en claro que el paro no es contra el gobierno, algunos hablaron de que es contra “las medidas” del gobierno, otros dicen que es contra las patronales, otros “por la plataforma de lucha”, nadie quiere decir claramente que es el gobierno frenteamplista quien garantiza los negocios de la burguesía a costa de mayor explotación para los trabajadores. Todos los sectores burocráticos llegaron al acuerdo de que el día del Paro no hubiera ninguna expresión de repudio y de bronca, que no se exprese la clase obrera, cuando semanas antes se llenaron la boca con que garantizarían “la movilización amplia de la clase obrera”. Todos estuvieron de acuerdo en que el Paro afectara lo menos posible las ganancias de las empresas. Al interior de los sindicatos, ninguna de las alas de la dirigencia burocrática se propuso hacer asambleas en las fábricas, oficinas, dependencias estatales o comercios para que la base decida sobre una medida de lucha tan importante o sobre el programa a levantar. Ambos sectores decidieron (una vez más) sobre nosotros, tuvimos que mirar su interna “por TV” y nunca se nos dio la posibilidad de discutir nada.
¡Hay que dejar de confiar en estos dirigentes que manejan la central sindical en función de las conveniencias del Frente Amplio y no para defender los derechos de los trabajadores! Así, terminan ligando los destinos y necesidades de la clase obrera a las políticas gubernamentales que son pro patronales, en aquella falsa idea de que si les va bien a los burgueses nos irá bien a los trabajadores.
Tenemos que luchar por la independencia política de los trabajadores y de nuestras organizaciones gremiales. Tenemos que recuperar nuestros sindicatos para los trabajadores, para sus luchas y reivindicaciones.

El Paro debe ser contra el gobierno y su política pro patronal

Para poder enfrentar las políticas de precarización laboral, de miseria salarial y de ajustes, para luchar contra el trabajo en negro y los cierres de empresas, para rechazar la Reforma del Estado y para exigir el 6 % de aumento para el presupuesto educativo, los trabajadores junto a los estudiantes podemos aprovechar el Paro General para exigir a la dirigencia sindical el inicio de un verdadero plan de lucha. Sobran los motivos para levantar nuestras banderas y el paro puede ser el inicio de una lucha donde se exprese el descontento popular frente a la intransigencia del gobierno por no atender las necesidades populares, como ya se viene expresando en el aumento del nivel de conflictividad laboral en comparación con otros momentos. Será una oportunidad para demostrar que el gobierno de Mujica mantiene la ganancia de los capitalistas a costa de nuestro salario, tal como lo hicieron los partidos Nacional y Colorado en su momento. Sus políticas terminan beneficiando a los mismos de siempre: a las patronales del campo, de la industria, el comercio y las finanzas.
El paro, el primero que se le hace a Mujica, si bien fue resuelto de forma burocrática por la dirigencia del PIT-CNT, puede ser aprovechado por la clase obrera para luchar por sus reclamos y repudiar las políticas gubernamentales.

Independencia política de los trabajadores

El paro será también una oportunidad para que los gremios combativos organizados en la Tendencia Clasista y Combativa, las agrupaciones clasistas y los partidos y organizaciones de la izquierda radical podamos plantear una alternativa a la burocracia sindical como así también a los sectores sindicales semiburocráticos, haciendo efectivo el paro, sometiendo las decisiones a la base obrera y garantizando las medidas de lucha frente a quienes intentarán boicotearlas.
No podemos seguir como hasta ahora haciendo alianzas entre dirigentes o con agrupaciones que no comparten la independencia de clase en pos de mantener los cargos o puestos de dirección … la pelea no puede centrarse en alianzas que no conducen a nada o peor aún, que confunden a los luchadores.
En este sentido, no creemos acertado que sectores identificados con el clasismo (dentro de la TCC) en vez de aprovechar esta situación para levantar una política alternativa a la burocracia y por la independencia de clase de los trabajadores, opten por hacer acuerdos o actos en común con sectores que al interior de sus sindicatos también son burocráticos e impulsan políticas de conciliación de clases, aunque cubriéndose por izquierda con un discurso fervientemente “antigubernamental” o bien, como nos quieren hacer creer que están por la “independencia de clase”1. La pelea es por construir un polo que sea un referente de la democracia obrera, única manera de encarar una lucha consecuente contra la burocracia y el gobierno.
Es necesario levantar una política de independencia de clase que se separe del gobierno del FA pero también de toda variante burguesa, que solo deposite la confianza en la fuerza de la clase obrera en lucha.
En los gremios de la educación, como en el conjunto de los funcionarios estatales tenemos que retomar las acciones de lucha por el 6 % para la educación, contra los dirigentes que nos proponían aceptar migajas de parte del gobierno, y contra la Reforma del Estado que pretende flexibilizar la mano de obra y habilitar despidos y contrataciones precarias.
Conflictos como el de Tecnoluce y otros tienen la posibilidad de demostrar que solo los trabajadores confiando en sus propias fuerzas pueden llevar hasta el final sus reivindicaciones.
Los trabajadores debemos unificar nuestros reclamos, teniendo en cuenta la situación de todos los sectores, en especial los más precarizados y en negro.
Hay que pelear por:

Aumento de salarios al nivel de media canasta familiar
Basta de trabajo en negro
Efectivización ya de todos los contratados y tercerizados
A igual tarea igual salario
Reparto de las horas de trabajo entre ocupados y desocupados, sin rebaja salarial: trabajar menos para que todos trabajemos
6 % del PBI para la educación en base al no pago de la deuda externa e impuestos progresivos a la riqueza. Por una educación al servicio del pueblo trabajador
No a la Reforma del Estado
Expropiación y estatización sin pago y bajo control obrero de toda empresa que pretenda cerrar o despedir a sus trabajadores



Grupo simpatizante de la
Fracción Trotskista – Cuarta Internacional
Uruguay

1 Es el caso de Asamblea Popular, que hasta ayer formaron parte del FA y hoy intentan recrear el proyecto del FA fundacional, que no es más que la reedición de la vieja estrategia reformista con la burguesía nacional. Esta estrategia policlasista ha sido refutada por su derrotero en la historia por su seguidismo de intereses ajenos a los nuestros demostrando que no es capaz de enfrentar a la burguesía y el imperialismo consecuentemente. Mientras tanto discursivamente nos prometen que pelean por un “sindicalismo clasista y combativo”. AP lleva además una política por una central alternativa, evitando la pelea dentro de los sindicatos que pertenecen al PIT-CNT, siendo abstencionistas en la lucha por recuperar las organizaciones obreras para los trabajadores. Ellos, que quieren hacer una central alternativa al PIT-CNT, terminan agrupando a los trabajadores en otra organización que es tan burocrática y personalista como el proyecto que critican. ¡No podemos rebajar nuestro programa en pos de una alianza con sectores populistas que reivindican el FA fundacional!